jueves, 23 de abril de 2009

Miradas al amanecer


Son las siete de la mañana, suena el despertador, ¿Qué ocurre? ¿y la chica de ojos claros? Debió ser un sueño... Apago el móvil y me doy meda vuelta en busca de sus ojos (que aún puedo ver...) Otra vez la alarma, ahora lo recuerdo todo, yo la puse anoche... Me ducho aun con los ojos cerrados, a ver si con suerte aquellos ojos me vuelven a mirar. Me visto y cojo un paquete de galletas para desayunar por el camino.

La luna brilla sobre el cielo oscuro como guiando a los errantes que vagan sin luces. Empiezo a ascender, allá a lo lejos la oscuridad deja paso a una tenue luz rojiza que, tímida, se va abriendo paso entre las nubes. El aire es frío y mis manos, celosas del horizonte, se tornan rojas.

Ya son las siete y media y ahí me encuentro yo, sentado en el suelo cámara en mano ante tal espectáculo. La tímida luz roja empieza a ascender con más confianza, diría incluso que desafiante, pues esconde un as en la manga. Los primeros rayos impregnan mi retina hasta casi solapar la aun presente imagen de unos ojos cristalinos.

Son las ocho de la mañana y una ráfaga de gélido viento me hace despertar de mi estupor. Medio aturdido me doy cuenta de donde estoy, en lo alto de un cerro, sentado con mi cámara, iluminado por la luz que ahora se ha tornado blanca. He grabado ese momento para la eternidad en un disco duro de cuarenta gigas. Pero no puedo olvidar esos ojos, los cuales también tengo grabados en mi retina, igual que si estuviesen tatuados...

5 comentarios:

  1. Me has sorprendido. Muy buen texto. :)

    Sigue así, amigo. Seguiré viniendo a cada texto.

    Un fuerte abrazo.

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  2. ...

    Dieguito qué ilusión!
    Vas a ser médico y poeta ahora! =)

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  3. Muchas gracias, de verdad.

    Me halagan tales comentarios procedentes de las personas que me han metido en esta droga.
    Es la mejor mierda que he probado!

    Un abrazo enorme!

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  4. A veces las personas que menos conoces te hacen darte cuenta de las cosas más importantes, me has contagiado tu ilusión por vivir, por aprovechar cada segundo como si fuera el último porque al fin y al cabo cada uno es irrepetible y las personas con las que los compartes únicas. Gracias y no dejes de escribir!mua

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