martes, 28 de abril de 2009

Insomnio

Todo parece confuso, los rostros se desvanecen y aparecen a su antojo, los colores cambian como si de un camaleón ocultándose del peligro se tratase, las figuras realizan movimientos imposibles, el tiempo pasa deprisa, sin poder fijarme en un solo detalle durante más de un segundo. Todo lo que puedo percibir son esos ojos, unas veces verdes, otras azules, de repente turquesas, infinitos, tornan color avellana para desaparecer de nuevo. Me miran, sonríen, parecen insinuarse, pestañean, desafiantes, no paran de moverse, los sigo allá donde van...

Un grito apaga la noche. Confuso, pero consciente, me incorporo para comprobar que todo a mi alrededor esta quieto. Los primeros rayos de sol asoman por la ventana dibujando en la pared la delgada silueta de una conocida figura. Su presencia me tranquiliza, es mi fiel compañero. Aunque no tiene ojos se que vela por mí. Ya no duerme, una obsesión se apodera de él cada noche...

2 comentarios:

  1. Mmmm, me has dejado lagunas intrigantes al final. Espero a que me las resuelvas pronto, ¿eh? :)

    ¡Qué ritmo de actualización! Madre mía... :D


    Un abrazo fuerteee!!

    ResponderEliminar
  2. Vas a convertirte en una droga!empiezo a ser adicta a tus textos =) besitos

    ResponderEliminar