lunes, 23 de julio de 2012

Agujero negro

Todo empezó a oscuras, igual que el universo. De la nada surgió el resto y, poco a poco, el presente. Una negrura cegadora, muros aparentemente infranqueables, zapatillas de deporte, todo… nada… Mis ojos fueron paulatinamente acostumbrándose a la falta de luz, viendo cada vez más detalles, formas, colores, incluso olores. Atisbos de mundos fantásticos, rémoras en forma de plomizas palabras, barruntes de etéreos sentimientos… Un big-bang del que brotó lo que ahora nos rodea, lo que nos hizo flotar y ahora nos ahoga…

Curiosa sensación la de estar a oscuras. Miedo. Excitación. Tensión. Una inyección intravenosa de hormonas recorriendo cada capilar de mi cuerpo, renovando milímetro a milímetro la sangre que encuentra a su paso. Ojala mis ojos no se acostumbrasen nunca a la oscuridad… Ojala el universo se retrayese de nuevo, atraído por fuerzas aún desconocidas y arrastrara consigo todo cuanto existe para volver a su origen, su ser, todo… nada…

No hay comentarios:

Publicar un comentario